Donde vivieron y enterraron a nuestros antepasados
Por: Jesús Briceño Rosario
Camino a San José de Porcón, a una hora del pueblo de Cachicadán se encuentra Cerro Huacas , donde el hombre prehispánico vivió, realizó sus ceremonias religiosas y se enterró.
Por la parte este del cerro Huacas se encuentra un conjunto de concavidades que hizo el hombre prehispánico, para lo cual fue necesario tallar la roca. Estas concavidades, a manera de ventanas, se encuentra en el camino que conduce a una cueva donde se habrían enterrado a sus habitantes.
En la parte más alta del cerro sobre sale un conjunto de construcciones de piedra de diferentes tamaños, de carácter habitacional. Asociada a estas construcciones se encuentra una fuente de agua y para ello el hombre prehispánico también tuvo que tallar la roca.
Por la cerámica que se observa en la superficie, el sitio fue ocupado desde aproximadamente 500 años D.C y había estado interrelacionado con los pueblos del Callejón de Huaylas.
Por el lado suroeste y parte baja del cerro Huacas, brota del subsuelo agua caliente, que es aprovechada por los pobladores que viven en los alrededores de este lugar.
Visitar este sitio no es solamente reencontrarnos con nuestro pasado, que fue grande, sino también disfrutar de un particular paisaje serrano caracterizado por sus campos de trigo, eucaliptos, los techos rojos de sus viviendas y su gente que es muy amable y hospitalaria.
Por: Jesús Briceño Rosario
Camino a San José de Porcón, a una hora del pueblo de Cachicadán se encuentra Cerro Huacas , donde el hombre prehispánico vivió, realizó sus ceremonias religiosas y se enterró.
Por la parte este del cerro Huacas se encuentra un conjunto de concavidades que hizo el hombre prehispánico, para lo cual fue necesario tallar la roca. Estas concavidades, a manera de ventanas, se encuentra en el camino que conduce a una cueva donde se habrían enterrado a sus habitantes.
Por la cerámica que se observa en la superficie, el sitio fue ocupado desde aproximadamente 500 años D.C y había estado interrelacionado con los pueblos del Callejón de Huaylas.
Por el lado suroeste y parte baja del cerro Huacas, brota del subsuelo agua caliente, que es aprovechada por los pobladores que viven en los alrededores de este lugar.
Visitar este sitio no es solamente reencontrarnos con nuestro pasado, que fue grande, sino también disfrutar de un particular paisaje serrano caracterizado por sus campos de trigo, eucaliptos, los techos rojos de sus viviendas y su gente que es muy amable y hospitalaria.
2 comentarios:
parece interesante conocer ese lugar..saludos por año nuevo amigos blogueros.
Quizá puedas darte una vuelta, seguro no te arrepientes.. Saludos!!
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