"Aunque todavía no se tiene noticias concretas sobre la primigenia fundación del pueblo de Cachicadán, los indicios señalan que fue 1610, el año en que algunas familias españolas residentes en Santiago de Chuco y Huamachuco, se afincaron en este bello paraje andino al pie de los cerro conocidos ahora como el Angla y la Botica. De las faldas de este último nace el manantial termomedicinal!".
Antes de la llegada de los españoles, la zona donde hoy se asienta Cachicadán, (El alto del Castillo), Wallío y Sagarbal, era habitada por los nativos del Gran Señorío de Chuco Way, cuya sede principal estaba en Andaymarca, en las faldas del cerro Killa Hirca (hoy San Cristobal) y, según los estudios realizados, se extendía hasta el río Tablachaca, por el sur y Mollepata por el sureste; limitaba por el noreste con el señorío de Marka-Wamachuco, y por el occidente abarcaba lo que hoy son las haciendas de Calipuy y Uningambal.
Tanto Chuco Way como Marka Wamachuco, fueron sojuzgados por el Inca Túpac Yupanqui quien impuso el quechua en la zona, así como otras costumbres propias del Incanato; es por eso que hasta la fecha subsisten algunas palabras del "runa simi", para designar alimentos, indumentarias y herramientas.
Los primeros españoles, que partieron de Trujillo en busca de nuevas tierras para crear sus propias haciendas, llegaron a Andaymarca en 1565. Sin embargo, fue recién el 23 de julio de 1610, en que una expedición al mando del capitán de los Ejércitos reales, Diego de la Serna, llega a ese caserío y al día subsiguiente, es decir, el 25 se funda el pueblo bajo la advocación del Apóstol Santiago El
Mayor, Patrón de España. Se dice que ante la amabilidad de los nativos "chucos", el Capitán de la Serna decidió llamar al nuevo pueblo con el Nombre de Santiago de Chuco, como una forma de hacer prevalecer el Gran Señorío de los Chuco Way.
Los nuevos pobladores, que habían llegado como pastor espiritual al capellán Francisco de Asís Centurión, sembraron trigo, cebada y otros cereales. La tierra fértil y generosa de Santiago de Chuco, permitió el desarrollo de las agricultura al punto de que hasta las primeras décadas de este siglo fue el granero de Trujillo, Cajamarca y Chachapoyas. Prueba de ello son hasta la fecha, los trigales de las haciendas de Calipuy y Angasmarca, cuando las lluvias son abundantes.
Pero sigamos con los españoles y santiaguinos que avanzaron un poco más hacia el noreste de Santiago de Chucoy se quedaron finalmente en lo que hoy es Cachicadán.
Algunos historiadores señalas a 1610, algunos meses después de la fundación de Santiago de Chuco, como el año en que los españoles llegan a la tierra de las aguas calientes, habitada por algunos nativos que tenían su adoratorio principal en el Alto del Castillo, que queda al noroeste del pueblo actual y muy cerca de las carretera que la une a la capital provincial.
Los otros núcleos nativos estaban entonces en los lugares conocidos como Wallio y Sagarbal, en el sueste de Cachicadán, y en lo que ahora se conoce como Huacaz, en la parte noreste del pueblo. Los restos arqueológicos existente en esos lugares así lo atestiguan.
Fuente: Revista Cachicadán - Editada en 1994
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