Un lugar ideal para pasar una buena luna de miel es el distrito de Cachicadán y lo complementa las caricias de sus aguas termales, donde parece que el tiempo no pasa y la quietud y tranquilidad ayudan a solazarse.
El balneario termomedicinal de Cachicadán se ubica a 178 km, de la ciudad de Trujillo y se encuentra enclavado en las faldas del majestuoso cerro "La Botica", donde resalta gran cantidad y variedad de plantas medicinales. Allí usted podrá revivir lo que hacían nuestros antepasados cuando no tenían medicamentos.
En las orillas del manantial de aguas calientes se puede apreciar como gozan los niños y adultos tomando baños de vapor al aire libre. Aunque no solamente es para los bañistas. Cachicadán le ofrece un bello paisaje que nos lleva a meditar, a querer leer bajo la sombra de un eucalipto o internarse en uno de sus bosques a escribir una novela o inspirarse en un poema de amor.
Cuenta la leyenda que los arrieros que intentaban cruzar con su piara ese trecho fangoso para ir a la hacienda Angasmarca, animal que se hundía salía sin sus uñas debido al barro y el agua caliente.
Ahora es todo diferente porque los caminos de herradura están bien marcados y las carreteras se encuentran en buenas condiciones, se disfruta del buen clima, la tranquilidad y la belleza de un lunar en pleno corazón del ande liberteño.
Hasta la década del 70. Trujillo era fundamentalmente representada en los medios turísticos por Chan Chan. Ahora Huanchaco y las Huacas del Sol y la Luna, constituyen los atractivos que se vende al exterior y al turismo interno.
Sin embargo olvidamos que en el ande liberteño se encuentra Cachicadán, la "antesala del cielo", nombre bien puesto por turistas que llegan a disfrutar de sus bondades que Dios le dio. Estamos seguros que si los empresarios hoteleros y compañías de turismo pusieran los ojos en este distrito de las eternas aguas medicinales, no tendría pierde.
El cual, además de ofrecer lo que nos brinda Cachicadán, aparte de sus aguas termales, su clima benigno y su campiña, se puede practicar la equitación, la pesca y la cacería, sus ruinas arqueológicas de Wallio y el majestuoso cerro "La Botica".
Este aislamiento no permite que se aproveche esta maravilla que nos brinda la naturaleza y poder disfrutar de sus comodidad típicas como son el "Cashallurto", "Revuelto de papas con Cuy", "El Gallo Zonzo", el picante de chiclaito verde y su rico pan.
El corazón del ande liberteño donde reina la paz y la tranquilidad ahí, concentrando de tal manera como tal vez no se da en otras zonas del país. No deje de visitar Cachicadán en cualquier época del año una de las vacaciones más inolvidables de su vida.
Por: Prospero Vásquez Reyna
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